La primera vez que intentes montar a caballo, probablemente te parecerá que no hay salida. Según los expertos, los caballos pueden bajar de lo alto a lo bajo, lo rápido y lo lento pueden ser malos o buenos para tu caballo, y cada jinete tiene su propia manera de hacer las cosas. Decir «no» a montar a caballo nunca es fácil al principio. Quieres aprender a no hacerlo, y quieres darle a tu caballo la mejor oportunidad de sacarle el máximo partido. También es difícil cuando eres nuevo; aprender a no hacerlo puede ser un reto a veces. Por suerte, hay varias formas de montar a caballo con seguridad y éxito, tanto si tienes experiencia como si no. Si te fijas en lo que haces, sigue estos pasos y tu paseo será coser y cantar.

Empieza por tomar clases regulares de equitación

Una buena forma de empezar a aprender a montar a caballo es tomando una clase de equitación estándar. A partir de ahí, puedes elegir la intensidad, la duración y el tema. Los principiantes suelen ser los que más aprenden, pero los jinetes experimentados también pueden beneficiarse de las clases. Los principiantes aprenden los movimientos básicos, como soltar las riendas, montar y desmontar, y chocar los cascos. Además, puede ser valioso autoentrenarse para saber cómo se mueve y reacciona el caballo cuando estás en el suelo. A los principiantes también les suele costar prestar atención a los signos y señales, por lo que es importante empezar a practicar esto a una edad temprana.

Entrenamiento con cuerda

Cuando empieces a montar a caballo, puede que notes que no es tan fácil como podría ser. Puede deberse a que no llevas mucho tiempo montándolo o a que no has tenido los medios para dedicarle el trabajo necesario para ponerlo en marcha. Los caballos de cuerda son diferentes; vienen naturalmente con un exceso de energía y son torpes cuando tienen que andar. Si no te sientes cómodo con esto, puede que tengas que aumentar la intensidad del ejercicio para conseguir que tu caballo camine como tú quieres.

Empieza con unas pocas caricias

Cuando eres nuevo en la equitación, puede que te resulte difícil acostumbrar a tu cuerpo a la idea de montar con un caballo diferente. Puede que aún no tengas la fuerza suficiente para manejar los estribos de tu caballo, o que no tengas la fuerza o la flexibilidad necesarias para acostumbrar tu cuerpo a la nueva posición. Empieza con unas pocas caricias en la cabeza, los cascos y el hombro, y ve subiendo gradualmente de nivel. Al final, puede que tu caballo empiece a caminar de forma natural sin ningún esfuerzo por tu parte.

Don’t walk it, ride it

¿Caminar? ¿Montarlo? No, no lo camines. Móntalo. Si quieres sacar el máximo provecho del cuerpo de tu caballo, tienes que pasearlo. De hecho, es la forma más directa de sacar el máximo partido a tu caballo. También es importante recordar que la mayoría de los caballos no están diseñados para ser paseados, por lo que tendrás que ir con el cuidado de guante de seda que un caballo debería poder soportar tranquilamente.

No montes en el suelo

Montar en el suelo. Monta en el suelo una vez, y probablemente no volverás a hacerlo. Pedalea por el suelo con total seguridad, sin obstáculos y sin una mazorca. Pedalea por el suelo y podrías acabar arrepintiéndote. En cambio, si lo montas despacio, el equilibrio es crucial y tu caballo podrá seguirte. En el suelo, es más probable que se atasque en las almohadillas de los estribos, por lo que es importante asegurarse de que tu caballo tenga una buena tracción.

No montes si no sientes las piernas

Puede parecer una buena idea subirse a un caballo y darle una vuelta, pero hazlo despacio, equilíbrate y no intentes tirar del caballo por los hombros. Por otro lado, no intentes empujarlo, ya que eso podría provocarte espasmos musculares y una mala impresión.

Una palanca cada vez

Una vez que le cojas el tranquillo a montar a caballo, notarás una clara diferencia entre hacerlo con una configuración unidireccional y con dos palancas. Una configuración de una palanca significa que no tienes que intentar mantener a tu caballo en posición mientras das vueltas. Con una configuración de dos palancas, cuanto más subas al caballo, más sentirás que flotas en el espacio.

Conocer las características y limitaciones de tu caballo es clave

Cuando consigas un caballo por primera vez, probablemente será un poco más pequeño que tú, por lo que tendrá que aprender a trabajar contigo. Dependiendo del caballo, esto puede llevar semanas o meses. Puede que no responda bien a que le pongas la brida, o puede que simplemente se le quiten las ganas cuando alguien le pisa. Cuando un caballo no está interesado en ti, tienes que demostrárselo. Tienes que hacerle saber que estás ahí, y él tiene que venir a ti. No puedes esperar que un caballo venga a ti porque sí. Tiene que encontrar la manera de mostrarte su interés.

Otros consejos y trucos para montar con seguridad

– Ponte siempre la correa cuando intentes iniciar un nuevo entrenamiento, o cuando estés aprendiendo a ir por un sendero. – Comprueba siempre si estás haciendo algo bien antes de empezar, y ajústalo si es necesario. – Intenta montar poco a poco, no demasiado fuerte y con una velocidad controlada. – Siéntate siempre bien y asegúrate de que el caballo se siente cómodo en tus manos (véase más arriba). – Presta atención a tu respiración, a tu ritmo cardiaco y a la forma en que tu caballo te responde. – Presta atención a tu velocidad y a la respuesta del caballo. – Nunca dejes que tu caballo se vaya cuando quiera irse, y nunca intentes tirar de él por las riendas. – Nunca cruces la pierna al montar orestinalmente, ya que esto podría provocar un esguince o incluso la rotura de la cola. – No intentes hacer más de lo que sea posible con seguridad en una ocasión determinada. – No intentes hacerlo todo a la vez, requiere demasiada energía. – Cuando quieras ir a un pajarito, di «sí» a todo.

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